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domingo, 1 de abril de 2012

Carta de despedida

Hola a todas.

Hoy no voy a escribir sobre manualidades, costura, muebles y decoración.

No, hoy quiero hablar de la vida,de los sentimientos. He tenido la gran suerte de leer una carta que circula por internet. La escribió Gabriel García Márquez para sus amigos a modo de despedida, ya que está enfermo. Y yo quiero en la modesta medida de mis posibilidades ayudar a difundirla porque su mensaje es precioso, porque estamos tan ocupados en la vida diaria que no vivimos y estamos tan seguros de quienes nos rodean, que muchas veces ni los vemos.

Hoy, una vez más, he aprendido que hay que decir te quiero cuando se está a tiempo y hay que decirlo mucho porque eso nos hace querer aún más.

Para todos los se fueron sin un te quiero, porque deben saber que sí hubo alguien que les quiso. Para los que aún estamos aquí, para que aprendamos a querer más y demostrarlo en cada ocasión,

Esta es la carta que escribió. un gran hombre



"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una 
marioneta de trapo y me regalara un trazo de vida,
aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera



Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por 
lo que significan


Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por
cada minuto que cerramos los ojos, perdemos
sesenta segundo de luz.


Andaría cuando los demás se detienen,
despertaría cuando los demás duermen.


Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo,
me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto,
no solamente mi cuerpo, sino mi alma


A los hombres les probaría cuán equivocados están al
pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin
saber que envejecen cuando dejan de enamorarse


A un niño le daría alas, pero le dejaría que él
sólo aprendiese a volar


A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con
la vejez, sino con el olvido


Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres...He 
aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la
montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la 
forma de subir la escarpada.


He aprendido que cuando un recién nacido aprieta
con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de
su padre, lo tiene atrapado para siempre.


He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a
mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a
levantarse.


Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando
me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré
muriendo


Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre
lo que piensas en lo más profundo de tu corazón


Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver
dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para
poder ser el guardián de tu alma


Si supiera que estos son los últimos minutos que te 
veo, te diría "Te Quiero" y no asumiría,
tontamente, que ya lo sabes


Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra 
oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me
equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría
decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.


El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy 
puede ser la última vez que veas a los que amas. por eso no
esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega,
seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para
una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado
para concederles un último deseo.


Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho
que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo
para decirles, "lo siento", "perdóname", "por favor",
"gracias" y todas las palabras de amor que conoces.


Nadie te recordará por tus nobles pensamientos
secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para 
expresarlos.


Finalmente, demuestra a tus amigos y seres 
queridos cuanto te importan

Gabriel Gracía Márquez

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